Sistema radicular diversificado evita la erosión de suelo y mejora la producción agrícola

El Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO) viene impulsando el adecuado majo del suelo y de los cultivos en el marco de su programa de Agricultura Sustentable con Biotecnología. La producción sostenible es unan de las principales preocupaciones del sector agrícola de modo a conseguir producir más en la misma área a través de la cobertura vegetal permanente, la rotación de cultivo y la labranza mínima, donde uno de los objetivos principales es evitar la erosión del suelo, junto con la devolución de nutrientes después de cada cosecha.

El suelo contiene nutrientes y microorganismos que son esenciales para producir nuestros alimentos, combustible, vestimenta, y otros productos, sin embargo, luego de cada cosecha es necesario devolverle al suelo los nutrientes extraídos, entre los que se encuentran el potasio, fosforo, nitrógeno, entre los principales. El sistema radicular de las plantas ayuda a la descompactación del suelo y aporta nutrientes para los microorganismos que posteriormente ayudarán a mejorar la fertilidad de estos.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) destacó, en un informe que una de las principales amenazas para el suelo y la seguridad alimentaria es la erosión, la cual consiste en la remoción de la capa superficial del suelo por el agua, el viento o actividades agrícolas insostenibles como la labranza intensiva. En este informe la FAO destaca al sistema conservacionista del suelo como una de las alternativas para evitar la erosión.

En el mismo documento la FAO señala que la agricultura mediante la remoción de suelo es peligrosa ya que con lluvias y vientos ese suelo va migrando a otros sectores ocasionando incluso en algunas situaciones el taponamiento de los cauces hídricos y animó al cuidado de este dado que el 95% de los alimentos tienen su origen en el suelo. “La erosión acelerada del suelo puede tener consecuencias desastrosas para todos. Si no actuamos ahora, más del 90% de los suelos de la Tierra podrían degradarse para el 2050”, dice el informe de la FAO.

En el informe se identifica cómo la erosión del suelo estaría amenazando la seguridad alimentaria y la sostenibilidad de la producción las cuales son: restringe la capacidad para producir alimentos nutritivos; conduce a la degradación de los ecosistemas; afecta al suministro de agua; daña las infraestructuras urbanas; contribuye a la pobreza y puede conducir a la migración.

Además, puntualiza que la erosión del suelo agudiza los efectos del cambio climático ya que con menos suelos los ecosistemas tienen menos resiliencia para adaptarse a los nuevos patrones de temperaturas y precipitaciones. Pero destaca también que, con prácticas de gestión sostenible del suelo, como la construcción de terrazas o el desarrollo de cultivos de cobertura que protejan la superficie de este es posible evitar la erosión.

El encargado del Programa de Agricultura Sustentable con Biotecnología del INBIO, Ing. Agrop. Claudio Fleitas, manifestó que la compactación del suelo es el punto de partida para la erosión y por ello aseguró que el sistema conservacionista aporta de diferentes maneras para evitarla, implementando los tres ejes del sistema de siembra directa, que son: la rotación de cultivos, la cobertura permanente y la labranza mínima del suelo.

En cuanto a la rotación de cultivos el ingeniero Fleitas destacó que con esta acción se busca combinar diferentes sistemas radiculares, tanto fibrosos como pivotantes, para estructurar y descompactar el suelo, de modo a permitir mejor aireación e infiltración de agua de lluvia en el suelo, y de esa manera evitar la erosión que se da lugar cuando el agua que no infiltra se desplaza en la superficie, arrastrando las partículas del suelo hacia zonas más bajas y causes hídricos.

Además, agregó que los abonos verdes tienen la capacidad de fijar y reciclar nutrientes para el siguiente cultivo. El sistema radicular profundo de los cultivos de abonos verdes tiene la capacidad de extraer nutrientes que están a mayor profundidad y lo disponibilizan para los siguientes cultivos.

Respecto a la labranza mínima antes de cada cultivo indicó que con ello se evita gran parte de la erosión. “No se realiza una preparación profunda ya que el suelo sólo es removido únicamente en la línea en que se va a depositar la semilla, de modo a que sea eficaz el contacto del suelo con la semilla. No se realiza un gran movimiento del suelo ya que el mismo es removido únicamente en la línea donde se va a depositar la semilla de modo que sea eficaz el contacto del suelo con la semilla, permaneciendo el resto de las hileras sin movilización, con la cobertura del cultivo anterior sobre la superficie”, puntualizó.

La cobertura vegetal permanente ya sea de restos de cultivos o de abonos verdes actúa como aislante térmico, evitando las grandes fluctuaciones de temperatura en el suelo, manteniendo por más tiempo la humedad para los cultivos. Además, evita el impacto directo de las gotas de lluvia sobre las estructuras del suelo y de esta manera los agregados permanecen más estables y resistentes a la erosión.

Sobre INBIO

El Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO) es una asociación civil sin fines de lucro, que tiene el propósito de promover un adecuado acceso al país de los productos derivados de la biotecnología agropecuaria y la incorporación ordenada de los mismos a la producción nacional, así como promoción y desarrollo de la investigación de biotecnología nacional. Siete gremios forman parte de la institución: CAP, APS, APROSEMP, FECOPROD, CAPECO, PARPOV y UNICOOP.

Contacto de Prensa
Jorge Cohler
Comunicación INBIO
(+595) 981 239 962
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