INBIO cierra un año de avances y conquista de objetivos

En el Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO) cierra un 2022 con avances en los principales objetivos de la institución, que son la capacitación e investigación agrícola presentando la importancia de los cultivos transgénicos y su uso cotidiano a alumnos de nivel secundario, como también a productores y ciudadanía en general.

En el campo de la capacitación desplegamos una serie de capacitaciones con el objetivo de transmitir el conocimiento y como principal hito presentamos a la ciudadanía el libro “Cultivos genéticamente modificados en la agricultura paraguaya”, donde se reunió información y se realizaron análisis del impacto de la biotecnología en la agricultura paraguaya y de qué forma fue permeando en la agricultura familiar.

La importancia del uso de la tecnología agrícola y las buenas prácticas lo venimos fomentando también a través de nuestro Programa de Agricultura Sustentable con Biotecnología, donde acompañamos a los productores y sus comunidades en la mejora de la productividad de sus tierras, mediante el uso adecuado de la tecnología disponible. Cada una de las 18 parcelas demostrativas del INBIO, desplegadas estratégicamente, sirve como ejemplo de buenas prácticas y manejo de tecnología para las comunidades aledañas.

En este 2022, se cumplieron 4 años de destacada gestión de Simona Cavazzutti, por lo que se cumplió con el procedimiento de cambio de titular, siendo electo el ingeniero agrónomo Alfred Fast, como presiente de la institución, el cual viene asumiendo un roll protagónico en la institución, fomentando principalmente el desarrollo de la investigación agrícola y poner lo antes posible en el mercado la tecnología que necesita el productor.

En el campo de la investigación agrícola, el INBIO para llevar adelante su programa de mejoramiento de soja trabaja en alianzas con empresas del sector público y privado, además de tener nuestras propias líneas. Entre las alianzas de trabajo, tenemos al Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA), institución pública de investigación; la empresa Bioceres Verdeca de Argentina; así como JIRCAS de Japón; Anapo de Bolivia entre otros, con quienes buscamos disponer de mejores tecnologías en soja.

También avanza nuestro programa de mejoramiento de trigo en alianza con el Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA) y la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) con el objetivo de obtener variedades de trigo rústicas y de buena sanidad.

En el ámbito de investigación todavía, también venimos trabajando en alianza con AGRAER  y Beresoft de España, Agro Aerospace de Paraguay y ANAPO de Bolivia con el objetivo de desarrollar una herramienta de detección precoz de roya, así como el uso eficiente de fertilizantes, a través de drones e inteligencia artificial.

Proyectando a lo que será el 2023, los directivos del INBIO resolvieron empezar a trabajar en investigación de maíz, fortaleciendo aún más el Programa de Investigación, sumando un cultivo más en la propuesta a los productores y fomentando tener más novedades.

Mediante nuestro Programa de Comercialización de Soja, este 2022 logramos ubicar semillas certificadas y de calidad en el 6% del mercado local, con las variedades SOJAPAR, tecnología con rudeza y productividad que conquistó los mercados de Bolivia y ya estamos por presentar en días de campo en el Brasil, donde también estamos habilitados para ingresar. Para el 2023 tenemos preparado el lanzamiento de la SOJAPAR R82, un material que vendrá a conquistar el interés de los productores desde la primera zafra, ya que tiene cualidades muy interesantes en productividad.