- Publicado: 8 de febrero de 2022
- Categoría: Noticias INBIO
Investigadores de la Universidad de Hokkaido, Japón han propusieron un marco para ayudar en la demarcación entre organismos genéticamente modificados (OGM) y organismos editados por genoma, teniendo en cuenta consideraciones tanto científicas como socioéticas, ya que dependiendo de la técnica utilizada para editar el genoma, un organismo puede tener ADN extraño o ninguno.
En el marco propuesto, si no hay ADN extraño involucrado, el producto resultante puede considerarse como no OMG. En los casos en que los reactivos o el medio de cultivo puedan tener ADN extraño, el producto resultante debe analizarse para detectar la presencia de ADN extraño, luego se identificarán las ubicaciones en el genoma donde es probable que se integre el ADN extraño y luego se analizarán estas áreas a través de varios ensayos que incluyen la secuenciación del ADN objetivo, la secuenciación del genoma completo y las transferencias Southern genómicas.
Recién de confirmarse en todos estos estudios la presencia de ADN extraño, el producto se considerará un OMG. Esta iniciativa, partió a raíz de que un producto agrícola editado por genoma que se ha comprobado que no contiene ADN exógeno no está sujeto a las regulaciones de organismos genéticamente modificados (OGM) en algunos países. Sin embargo, se discute cuál podría ser una prueba definitiva para comprobarlo.
Según los investigadores, el tener un marco referencial claro para el análisis de los productos mejorará la confiabilidad de las regulaciones relevantes, especialmente en países con protocolos de bioseguridad existentes.
Antecedente
La recombinación genética se utiliza en la creación de organismos genéticamente modificados (OGM), como plantas y animales que contienen genes de otra especie. Siguiendo desarrollos técnicos más recientes, también se han desarrollado organismos editados por genoma (GEO), organismos cuyos genomas se modifican más directamente para obtener los rasgos deseados.
La creación de GEO con técnicas de edición del genoma, como CRISPR/Cas9, implica un uso más directo de enzimas de corte de ADN dentro de las células. La mayoría de las plantas y animales transgénicos se crean sin contener ADN exógeno, por lo que las preocupaciones éticas sobre el ADN exógeno normalmente no se aplican a ellos. Desde un punto de vista legal, un puñado de países considera que los GEO son OGM.
Por otro lado, varios países, entre ellos Argentina, Australia, Brasil, Chile, Colombia, Japón y EE.UU., cuentan con normativas que distinguen entre ambos en base a la existencia de ADN exógeno; sin embargo, esos reguladores evalúan caso por caso la inexistencia de ADN exógeno en los GEO. Fundamentalmente, la edición del genoma podría causar involuntariamente una recombinación genética si el ADN exógeno está presente en cualquier parte del proceso.
Del cruzamiento a la ingeniería genética
Los productores han estado cultivando plantas y criado animales para obtener los rasgos deseados, incluidos mayores rendimientos, mejor sabor y resistencia a las enfermedades durante milenios. Con la llegada de las técnicas para manipular el ADN en la década de 1970, la recombinación genética entre diferentes especies se volvió factible.
Fuente: ISAAA
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