- Publicado: 12 de abril de 2024
- Categoría: Noticias INBIO
Productores de la agricultura familiar apuntan a diversificar producción y generar unidades de negocios
El Programa de Agricultura Sustentable con Biotecnología (PASB) del Instituto de Biotecnología Agrícola INBIO viene impulsando el desarrollo de las 15 comunidades de la región Oriental en donde tiene parcelas demostrativas e impulsa la agricultura conservacionista y su conjunción con el uso de productos biotecnológicos a través de sus cooperadores, quienes con la diversificación de sus cultivos y dándole valor agregado a su producción vienen incrementando sus opciones de sostenimiento y alimentación, para tener ingresos todo el año con diferentes productos. En la zafra 2023-2024, en varias regiones del país se atravesó por periodos largos de estrés hídricos, sin embargo, el manejo que los cooperadores del PASB tienen en sus parcelas, les permite tener los mejores rendimientos de sus comunidades.
El programa tiene por objetivo la introducción ordenada y responsable de la biotecnología en el sistema de agricultura sustentable, mediante la capacitación a los cooperadores y a su vez a los productores vecinos de los mismos sobre el manejo integrado de plagas, enfermedades, malezas, suelo y el uso de cultivos con eventos biotecnológicos, fomentando una producción sostenible en el tiempo tanto a pequeña como a gran escala.
El PASB desarrolla el programa con la metodología “aprender haciendo”, conforme a la realidad de cada cooperador, donde el factor principal radica en la capacitación, sustentada, por un lado, con la asistencia direccionada a sus necesidades, y por otro, el deseo de aprender de parte del cooperador, de superar dificultades, y prosperar en su tierra con el compromiso de ser un ejemplo y divulgador de lo aprendido.
Los cooperadores del PASB, implementan las buenas prácticas agrícolas basadas en la rotación de cultivos, la permanente construcción de cobertura mediante el uso de cultivos de abonos verdes en las tres ventanas productivas y la labranza mínima del suelo.
Este manejo tiene un impacto económico en la producción, ya que recicla nutrientes, permite el ahorro en la fertilización, en el control de malezas, (inclusive mejorar el manejo de esas malezas resistentes) y la disminución en el uso de fungicidas, considerando que la cobertura evita que los hongos (inoculos) se dispersen (transloquen) del suelo a la planta.
El Ing. Agr. Hector Britos, encargado del Programa Agricultura Sustentable con Biotecnología (PASB), detalló que a través del Programa se busca integrar el manejo conservacionista del suelo con la agricultura familiar, entre los que se destaca la producción de mandioca, sésamo, hortalizas y frutales.
“En las parcelas de los cooperadores estamos demostrando que diversificando la producción en la agricultura familiar se puede tener ingresos todo el año desde la producción de granos dándole valor en forma de, leche, huevo, además de hortalizas, mandioca, sésamo, frutales y otros. Tenemos ejemplos que venimos compartiendo con las comunidades de estos cooperadores, donde estas parcelas demostrativas que el INBIO acompaña son escuelas a cielo abierto que cualquier vecino puede acercarse a mirar y esto lo fortalecemos con los días de campo”, detalló el Ing. Britos.
COOPERADORES DEL PASB TRABAJOS EN EL 2023
El Programa de Agricultura Sustentable con Biotecnología (PASB) del Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO), tiene actualmente 16 cooperadores, productores y Escuela Agrícolas, con parcelas de hasta 3 hectáreas que implementan este modelo productivo y son ejemplos en sus comunidades. Actualmente, el programa está presente en 7 departamentos de la región Oriental, abarcando a 14 distritos. Cada cooperador fue avanzando de forma diferente en su desarrollo integral, de acuerdo a su realidad, condiciones y periodo en el que permanece en el PASB.
En el sur
Francisco Silva, cooperador de Coronel Bogado, dpto. de Itapúa, tiene una parcela de 2 hectáreas, la cual fue dividida en cuatro subparcelas en la zafra 2023-2024. En la de soja cosechó un promedio de 2000 kilogramos por hectáreas, una parte vendió y otra guardó para la alimentación de terneros durante el invierno; en la parcela de maíz cosechó una parte como choclo (grano lechoso) para venta en mercado, obteniendo un ingreso superior a 3 millones de guaraníes y el resto ensiló para alimentación de su ganado, un total de 5000 kilogramos; En su parcela de sorgo con brizanta ruzizensis, logro ensilar 2 mil kilogramos para alimentar a sus lecheras durante el invierno, ya que se dedica a la producción de queso durante todo el año.
Isidro Parra, cooperador de Alto Vera, Itapúa, tiene una parcela de 2 hectáreas, la cual fue dividida en 2 subparcelas para la campaña 2023-2024. En la parcela de soja cosechó alrededor de 4000 kilogramos por hectárea la cual vendió y con ello está financió la adquisición de más animales bovinos, y en la de maíz, que tuvo como finalidad ensilaje, cosechó 26.000 kilogramos que utilizará para alimentar a terneros nuevos y los que ya tiene.
En el centro sur
Trifón Ruíz Díaz, cooperador de San Juan Nepomuceno, dpto. de Caazapá, tiene una parcela de dos hectáreas, dividida en tres subparcelas, donde estableció soja, maíz consorciado con kumanda yvyra’i y mucuna; y mandioca con canavalia. En la parcela de soja tuvo un rendimiento de 2650 kilogramos por hectárea, vendió la mayoría y dejó una parte para la alimentación de animales menores; en la parcela de maíz se cosechó granos secos con un rendimiento de más de 4000 kilogramos por hectárea, el cual utilizará el 100% para su alimentación familiar; la mandioca se estima un rendimiento de 30.000 kilogramos por hectárea, sumado a la cosecha de semilla de canavalia en esa parcela, estimando un rendimiento de 1000 kilogramos para semilla de uso propio. Con Trifón también se tuvo problemas en el control de cigarritas, que disminuyó el rendimiento esperado en el cultivo de maíz.
En el este
Dionisio Páez, cooperador de San Joaquín, dpto. de Caaguazú, tiene una parcela de tres hectáreas, dividida en 2 subparcelas, donde estableció soja y maíz. La soja obtuvo un rendimiento de 2700 kilogramos por hectárea, el cual todo lo cosechado fue comercializado como grano. El maíz fue cosechado como ensilaje para alimentación de su ganado en temporada invernal, donde escasea el forraje. La soja presentó limitaciones en el cargado de vainas por el déficit hídrico registrado durante el mes de diciembre y parte de enero. El maíz, además de la sequía que imposibilitaba la fertilización de cobertura, presentó ataques de cigarrita que imposibilita el óptimo desarrollo. El suelo arenoso de la región presenta una velocidad de infiltración de agua mayor frente a los otros tipos, por lo la ausencia prolongada de lluvias estresa más a los cultivos.
Rubén Fariña, cooperador de Yhu, dpto. de Caaguazú, tiene una parcela de 3 hectáreas, dividida en dos subparcelas, donde estableció soja y maíz. En la parcela de soja obtuvo un rendimiento de 3400 kilogramos por hectárea, que en su totalidad comercializó como grano. El maíz fue ensilado en grano lechoso en su totalidad para alimentación de sus animales. Si bien la soja presentaba mejores expectativas de rendimiento, el estrés hídrico lo redujo considerablemente. Y la de Maíz alta presión de cigarrita.
Leonardo “Checho’’ Montanía, cooperador de Liberación, dpto. de San Pedro su parcela demostrativa tiene una superficie de 3 hectáreas, dividido en 4 subparcelas, donde se establecieron cultivos de: mandioca con canavalia, sésamo, maíz con mucuna y maíz con brizanta ruziziensis. El cultivo de mandioca se encuentra en pleno desarrollo con canavalia que está empezando la fase de maduración de vainas, en la parcela de sésamo obtuvo un rendimiento de 750 kilogramos por hectárea que va a destinar para consumo en su totalidad, en tanto, en ambas parcelas de maíz llegó a cosechar choclo para comercializar en el mercado local y solo una parte dejó para alimentación de animales menores. Las asociaciones con el maíz servirán de cobertura para los cultivos siguientes. Es de resaltar que en pleno inicio de campaña, la parcela de Montanía sufrió un incendio que destruyó toda la cobertura que se había venido acumulando en dos años de trabajo, esta situación se produjo por inconciencia de su vecino afectando la campaña.
Montanía desde hace muchos años se dedica a la producción y venta de frutales, actividad que aún mantiene, tanto con los cítricos, como piña, sandía, entre otros, además de las hortalizas, toda esta producción pudo mejorar en el manejo general con la adopción de buenas prácticas agrícolas y un manejo sostenible de estos cultivos de renta y consumo familiar.
Vicenta Núñez, cooperador de Yaguareté Forest, Santa Rosa del Aguaray, dpto de San Pedro, en su parcela demostrativa cuenta con una superficie de 3 hectáreas, divididas en 2 subparcelas, donde esta campaña tuvo cultivos de soja y maíz. La producción de soja obtuvo un rendimiento de 1800 kilogramos por hectárea, pese a atravesar una sequía pronunciada cuando la soja estaba en etapa de llenado de vainas (diciembre-enero) de los cuales, la totalidad fue comercializada por la zona. El cultivo de maíz fue afectado por la ausencia de lluvias, llegando al punto de marchitez permanente, no llegando así a obtener cosecha. No obstante, los rastrojos de maíz que quedaron servirán de cobertura para cultivos siguientes.
En todos los casos, desde el PASB del INBIO se acompaña las iniciativas de los productores por tener cultivos tanto de consumo como de rentabilidad. Además de las parcelas demostrativas, cada cooperador tiene sus parcelas de manejo propio, donde traslada lo aprendido, buscando aplicar el concepto de la rotación, diversificación y cobertura para mejorar sus ingresos y de esta forma la condición familiar de modo a ser ejemplos en su comunidad, demostrando que un productor de la agricultura familiar puede ser un pequeño empresario, con diferentes unidades de negocios.
Sobre INBIO
El Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO) es una asociación civil sin fines de lucro, que tiene el propósito de promover un adecuado acceso al país de los productos derivados de la biotecnología agropecuaria y la incorporación ordenada de los mismos a la producción nacional, así como promoción y desarrollo de la investigación de biotecnología nacional. Siete gremios forman parte de la institución: CAP, APS, APROSEMP, FECOPROD, CAPECO, PARPOV y UNICOOP.
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