- Publicado: 7 de diciembre de 2021
- Categoría: Noticias INBIO
Un nuevo informe de Consejo de Ciencia y Tecnología Agrícola (CAST por sus siglas en inglés), de Estados Unidos revela el enorme impacto social y en la salud que tiene la prohibición de los cultivos transgénicos en los países donde los “movimientos anti-OGM” lograron su cometido y lograron prohibir el uso de la biotecnología en la agricultura. Señalan que el principal impacto es en la inseguridad alimentaria y altos costos de los alimentos.
En el mismo informe destacan que con la pandemia del COVID-19 el debate de la no utilización de los cultivos transgénicos se fue desvaneciendo, por la necesidad misma de producción de alimentos para el mundo, perdiendo cada vez más relevancia cultural y política los movimientos anti-OGM.
Impacto social
Dentro del informe, se documentó el trágico impacto del movimiento anti-OGM en el mundo en desarrollo. Destacan que negar a los agricultores pobres el acceso a herramientas que les ayudarían a alimentar a sus hijos y comunidades “es más que cruel”, especialmente porque parte del apoyo a ese esfuerzo proviene de activistas equivocados que influyen en la política alimentaria y agrícola.
Además aseguran que como regla general, los productos elaborados con ingredientes transgénicos son sustancialmente más baratos que sus contrapartes. Esto se debe a que los agricultores que utilizan la biotecnología generalmente producen más de lo que cultivan, lo que tiende a hacer bajar los precios de los alimentos al consumidor.
El informe del CAST informó que las primas estadounidenses para “productos no transgénicos” oscilaron entre el 9,8% y el 61,8% y las primas para productos orgánicos, que implícitamente no son-transgénicos, oscilaron entre el 13,8% y el 91%». Además estimaron si es que Estados Unidos debiera usar productos 100% orgánicos, así como en algunos países de Europa, los precios de los alimentos podrían aumentar en US$14 mil millones por año y costarle a la economía estadounidense US$200 millones – US$4,9 mil millones anuales.
“La única forma de mitigar estos costos es importar grandes cantidades de granos transgénicos de otras naciones, lo que hace la Unión Europea a pesar de su aparente preferencia por los alimentos orgánicos. Aun así, cualquier regulación innecesaria conlleva desventajas sustanciales”
Explicó el informe.
Impactos en la salud
En el informe del CAST, explican que hay otras consecuencias más allá del aumento de los precios de los alimentos. Detallan que debido a que la biotecnología se puede utilizar para aumentar el contenido de nutrientes de varios alimentos, los países que restringen la producción o importación de cultivos transgénicos hacen que sea mucho más difícil para sus poblaciones comer dietas nutritivas.
“Una mayor disponibilidad de nutrientes en los cultivos y los alimentos puede reducir los resultados negativos para la salud humana, como el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y la hipertensión. Además, el acceso a alimentos con mayor contenido de nutrientes en los primeros años de vida tiene importantes beneficios para la salud a lo largo de la vida, como la reducción del retraso en el crecimiento y la ceguera.”
Describen.
Aseguran que los cultivos transgénicos pueden mejorar la salud humana mediante aplicaciones que biofortifican los alimentos. Respecto a uno de los principales cultivos que están en la base alimentaria, explicaron en el informe que el cultivo de maíz resistente a los insectos o plaga reduce drásticamente las concentraciones de mohos que causan cáncer en el suministro de alimentos. También reduce la cantidad de insecticidas que los agricultores deben usar, reduciendo su exposición a largo plazo a químicos potencialmente tóxicos y la frecuencia de intoxicación aguda por pesticidas, que causa síntomas que van desde náuseas y diarrea hasta la muerte.
Como cierre al informe, los autores destacaron “Las prohibiciones de cultivos biotecnológicos claramente empobrecen a los consumidores y ponen en peligro nuestra salud en formas que muchos lectores probablemente encontrarán sorprendentes”.
Fuente: ChileBio
Sobre INBIO
El Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO) es una asociación civil sin fines de lucro, que tiene el propósito de promover un adecuado acceso al país de los productos derivados de la biotecnología agropecuaria y la incorporación ordenada de los mismos a la producción nacional, así como promoción y desarrollo de la investigación de biotecnología nacional. Siete gremios forman parte de la institución: CAP, APS, APROSEMP, FECOPROD, CAPECO, PARPOV y UNICOOP.
Contacto de Prensa
Jorge Cohler
Comunicación INBIO
(+595) 981 239 962
Avda. Brasilia 939 c/ Ciancio – Asunción