- Publicado: 25 de noviembre de 2022
- Categoría: Noticias INBIO
Investigadores del Departamento de Biología de la Universidad de Washington, Estados Unidos, detectaron que con el gen de inceptina (INR), las plantas se defendían de los ataques de las orugas hace millones de años. En el estudio, publicado en el eLife, indicaron que plantas como la soja tenían ese gen y lo fueron perdiendo a lo largo del tiempo.
Los investigadores, destacan que mediante la ingeniería genética de las plantas se podrá reintroducir el gen INR a plantas de soja, de modo a protegerlas contra la pérdida de cosechas. Detallaron que las especies de leguminosas, como las judías mungo y los guisantes de ojo negro, son las únicas capaces de responder a los péptidos que las orugas producen en sus bocas al picar las hojas de las plantas.
Los investigadores descubrieron que un único gen receptor de 28 millones de años se corresponde perfectamente con la respuesta inmunitaria de las plantas a los péptidos de las orugas. También descubrieron que entre los descendientes de los ancestros vegetales más antiguos que desarrollaron por primera vez el gen receptor, unas pocas especies que no podían responder a los péptidos de la oruga habían perdido el gen.
En el estudio, detallan que el estado de salud de una planta depende del sistema inmunitario que herede. En las plantas, esto significa heredar ciertos tipos de receptores de reconocimiento de patrones que pueden reconocer distintos patógenos y péptidos derivados de los herbívoros, y desencadenar una respuesta inmunitaria adecuada.
“Heredar los tipos adecuados de receptores de reconocimiento de patrones puede permitir a las plantas reconocer las amenazas y hacer frente a las enfermedades y las plagas (..) Aunque conocemos muchas moléculas derivadas de las plagas que activan respuestas inmunitarias en las plantas, nuestro conocimiento de cómo las plantas evolucionaron la capacidad de percibir nuevas amenazas es limitado”, detalló el autor principal, Simon Snoeck, investigador postdoctoral del Departamento de Biología de la Universidad de Washington (EE.UU.). “
Además, indicó que a futuro esperan poder aprender más sobre los procesos a nivel del genoma que generan una nueva diversidad de receptores e identificar receptores inmunitarios aún desconocidos dentro de los grupos de plantas. Añadió que a medida que se disponga de más datos genómicos, estos enfoques identificarán los receptores “ausentes” que son rasgos útiles para reintroducir en las plantas y ayudar a proteger los cultivos.
Fuente: eLife
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