Boletín Técnico Agroclimático nro. 258 Septiembre 2024

Las condiciones de disponibilidad de agua en el suelo, al día 18 de septiembre del 2024, para los departamentos analizados, presentan estados que se encuentran entre “Sequia (0-10%) y Excesos Hídricos”. En la fase inicial del cultivo, la mayoría de los suelos cuentan con reservas de humedad en relación a las necesidades hídricas del cultivo, estas condiciones estarían asociadas al régimen pluviométrico, las características físicas de los suelos y la evapotranspiración.

Las condiciones de disponibilidad de agua en el suelo, al día 18 de septiembre del 2024, para los departamentos analizados, presentan estados que se encuentran entre “Sequia (0-10%) y Excesos Hídricos”. En la fase de emergencia del cultivo, la mayoría de los suelos cuentan con reservas de humedad en relación a las necesidades hídricas del cultivo, estas condiciones estarían asociadas al régimen pluviométrico, las características físicas de los suelos y la evapotranspiración.

Las condiciones de disponibilidad de agua en el suelo, al 18 de septiembre del 2024, para los departamentos analizados, presentan estados que se encuentran entre “Sequia (0-10%) y Reserva Adecuada (50-70%)”. En la fecha de análisis, casi la totalidad de los suelos presentan estados deficitarios de humedad en relación a las necesidades hídricas del cultivo, estas condiciones estarían asociadas al régimen pluviométrico, las características físicas de los suelos y la evapotranspiración.

El pronóstico de precipitaciones mensuales para octubre indica que los registros serían ligeramente inferiores a la media en todo el territorio nacional. Si bien el déficit pluviométrico previsto es moderado, igualmente se podría generar estrés hídrico en los cultivos, ya que las altas temperaturas pueden hacer que la demanda de agua de los cultivos supere la cantidad de lluvia recibida, especialmente durante este período, cuando gran parte de las parcelas se encuentran en etapas críticas de desarrollo.

Es esencial tener en cuenta que las parcelas ubicadas en suelos predominantemente arenosos tienen una capacidad limitada de retención de agua. En caso de déficit hídrico, estas áreas no pueden compensar la falta de lluvia almacenando suficiente agua para los cultivos durante períodos de escasez de precipitaciones, lo que ocasiona estrés hídrico con mayor rapidez.